Jesús Ismael Reyes | Madrid
Creo que todos recordamos la mítica escena de Julia Robert saliendo abatida de la tienda de alta costura tras ser rechazada como clienta en la película de Pretty Woman. Pues bien, así me he sentido yo hoy. La casa de Christian Dior no ha querido exponerme sus diseños para adoctrinaros y facilitaros consejos para vestir de largo estas próximas navidades y fiestas. ¿Les sobra reclamo? ¿Esconde algo la ‘maison’ francesa? Todo apunta a un giro de estrategia publicitaria de la firma pero las últimas críticas alegan que la nueva colección ha dejado de hacer soñar a sus más fieles adictos. Coincidencia o no, John Galliano ha visitado Madrid este pasado fin de semana.
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El prestigio de Dior pende de un hilo. Empresas competentes como las de Chanel, Louis Vuitton, Gucci, Ferragamo, Versace o D&G no paran de crecer en ventas durante fechas tan señaladas en el calendario como las venideras. La impar clienta que ha aparecido en toda la mañana en la tienda de Sidney Tolenado, situada en la madrileña calle de Ortega y Gasset, ha sido una exigua vestida poco acorde para la ocasión y preguntando por un neceser donde poder guardar sus muestras de cosméticos de marcas como Deliplus.
La alta costura es un oficio donde el consumidor tiene que sentir el tejido, probárselo, verse especial, diferente, tratado y cómodo. Exclusividad ofrece la casa francesa. Obvio, sus diseños no ven la luz. Animo a la firma a que por el bien de ellos y de los que amamos la moda de verdad encuentren un director creativo a la altura de Galliano rápidamente.
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Ya ni siquiera el sello más personal de la casa, como es el de fijar el estilo ‘new look’ entre sus creaciones tienen sentido. La mujer del siglo XXI sigue siendo una mujer femenina como lo era cuando la casa comenzó a despegar, es cierto, pero la moda ha cambiado y el perfil de clientes también. No creo que inspirarse en figuras geométricas para rediseñar sus modelos sea la solución como han pretendido con su última recopilación. Lo siento chicas, pero estas son las fotos de los mejores maniquíes, protagonistas indiscutibles de este post, que no sostienen los vestidos Dior como era lo esperado. Pensándolo bien, no creo que ninguna de vosotras merecierais lucir un vestido mediocre de fallida colección. Besos y abrazos.
Ya ni siquiera el sello más personal de la casa, como es el de fijar el estilo ‘new look’ entre sus creaciones tienen sentido. La mujer del siglo XXI sigue siendo una mujer femenina como lo era cuando la casa comenzó a despegar, es cierto, pero la moda ha cambiado y el perfil de clientes también. No creo que inspirarse en figuras geométricas para rediseñar sus modelos sea la solución como han pretendido con su última recopilación. Lo siento chicas, pero estas son las fotos de los mejores maniquíes, protagonistas indiscutibles de este post, que no sostienen los vestidos Dior como era lo esperado. Pensándolo bien, no creo que ninguna de vosotras merecierais lucir un vestido mediocre de fallida colección. Besos y abrazos.
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