Nos vamos de 'mercadillo' con Carmen Lomana

Jesús Ismael Reyes | Madrid

Esta vez no abrimos armarios, abrimos el clóset entero y es que la televisiva, polifacética, reina de las pasarelas y eventos de moda, fiestas diurnas y nocturnas se ha puesto manos a la obra para deshacerse de sus outfits más veteranos. Hablo de Camen Lomana.

Carmen, un placer volver a verla. Me encanta la idea del mercadillo, ¿qué tal va la venta?, le digo cuando me recibe ya dentro de la tienda. “Igualmente. Mira, mira lo que hay aquí montado. Me da muchísima pena, se llevan de cuatro en cuatro las cosas y no habrá para todos. Pero si se logra vender todo antes del domingo haremos una fiesta con copas y cobraremos la entrada y traigo a Mario Vaquerizo de Dj”, me responde feliz. Carmen enséñeme algún vestido que no quiera deshacerse de él, le digo. “No es un castigo vender toda esta preciosa ropa porque tengo para poner hasta siete mercadillos iguales”, afirma entre risas, y añade “ven, este es un Loewe de época, tiene paillettes marrones a juego con la tela y lleva el cinturón también. Es muy caro pero hay de todo, incluso cosas por 20 euros”.

"Estoy muy contenta con el resultado", así de animada y optimista se sentía Carmen una vez abierto el célebre y aglomerado mercadillo solidario que lleva su nombre. La venta de sus prendas más vintage en un zoco. Sí, como leen, "con el objetivo de recaudar fondos para las monjas que regentan el comedor de la calle Martínez Campos de Madrid", como ella misma explica. Y es que la Navidad hace que nuestras celebrities más espléndidas indaguen en cómo pueden ayudar a los más necesitados en tiempos de aprieto.

 Lo de mercadillo vamos a matizarlo, porque las prendas gangas no eran, y, ¿de mala calidad? Tampoco. Las clientas aguardaban la larga cola para poder hacerse con una de las piezas que han acariciado la piel de Lomana. Y en la cola, ¿a quién hallamos? Al mismísimo Jesús Mariñas. Entre disputas y empujones tuvo que pasar el periodista de Antena3 para poder entrar en la tienda debido a la alta seguridad que el local regenta.

Entre los enseres que más le llaman la atención Carmen, ¿cuáles son? "El abrigo de inspiración japonesa de Louis Vuitton (1.000€), gabanes de piel de Elena Benarroch o los de Miguel Merino, en concreto uno en visón rojo con plumas por 2.000€ u otros de corte más clásico como los de Chanel (1.000€), mira me lo pruebo para que veas qué bien queda", comenta mientras se pone el Chanel. "Vestidos como el de tipo cóctel en animal print de Dolce and Gabbana (990€), muy de moda esta temporada", dice. "Gucci, Valentino, Óscar de la Renta, Yves Sant Laurent y Cavalli, uno en coral divino también tengo", dice mientras me lleva al escaparate donde se encuentra la última pieza. Alma Aguilar también se cuela en el ropero de Carmen, un precioso y actual vestido de patas de gallo por 395€. Los tacones de Jimmy Choo y Christian Louboutin. Bolsos de Loewe, Carolina Herrera o Prada (300€), del que Carmen dice “ser diseñado cuando la casa empezó a fabricarlos por primera vez”, hasta llegar a los básicos de Zara incluso.

Joyas, que no bisutería, es lo que acicalan las solapas, extremidades y cuello de nuestra socialité. La casa de Consuelo Sierra es la encargada de exponer los adornos más brillantes en este mercadillo y que Carmen ha llevado en más de una ocasión.  La mayoría de las piezas son de época, de 1940, estilo Chevalier vintage. “Los collares a Carmen le encantan”, me cuenta Teté Villalón, encargada de la joyería. “La réplica del broche de Liz Taylor es idéntico al de la corona de los duques de Windsor”, explica y añade “compuesto de oro amarillo y brillantes”. “Las sortija que lleva ahora Carmen es de aguamarina y el collar, a juego con el broche, son de oro, brillantes y rubíes”, confiesa emocionada.

La inauguración fue ayer y estará abierto hasta el 18 de diciembre en Moda Shopping, avenida General Perón, 38-40, Madrid. Ideal, como diría Lomana.